Nací en Las Palmas de Gran Canaria y hace tres años llegué a Barcelona, desde donde inicié este nuevo proyecto.
Un sueño: una colección de moda vitalista, elegante y casual.
Me crie en el seno de una familia trabajadora, humilde, que me enseñó a luchar para conseguir los objetivos que uno se propone. He sido autodidacta, aprendiendo directamente de la vida, de la placidez de la observación, de imaginar cómo serían las cosas si fueran distintas, y así, a cada paso que hacía, ponía color a todo cuanto veía. Siempre la moda llamó mi atención, así que, mirando alrededor, me detenía en las camisas, las combinaciones, las texturas, el estilo, la imagen. Amo el deporte y la moda. Fui futbolista durante mi infancia y adolescencia, hasta que me llamaron las pasarelas, y empecé una discreta, pero determinante carrera en ellas. Fue mi primer contacto directo con la moda, y des de entonces tenía claro que debía perseverar en lograr plasmar todos los diseños que tenía en la mente y hacerlos realidad. Para ello, la inestimable confianza y compromiso de mi socio, Luís Enríquez, de mi colaborador, Max Urbina, y de mi amigo Eduardo Suñer han sido fundamentales. El trabajo en equipo siempre tiene sus frutos. Juntos hemos creado ELIU, a partir de una premisa: las alas que te permiten volar y nos permiten soñar hasta alcanzar las quimeras que cada uno se propone.
Mi madre siempre me dijo, “lucha, trabaja y piensa en los demás”.
Y creo que es una lección que sirve para resumir lo que ha sido y lo que representan mi vida, mi profesión y mis sueños.
Viajar, conocer otras ciudades y culturas, des de Asia hasta la costa oeste de Estados Unidos, y de norte a sur, me ha permitido explorar un amplio abanico de gustos y tendencias. Combinarlas, perfeccionarlas desde el detalle más ínfimo hasta el más grande, me ha forjado un carácter exigente, autocrítico y de constante aprendizaje. Nacer y criarme en una isla, con sus limitaciones geográficas y su horizonte abierto a todos los costados, me hizo siempre tener la mente abierta.
Creo que mi colección plasma esta mentalidad, esa diversidad y esa magia que siento cada vez que, en silencio, traslado mis diseños de la mente al primer boceto.
Mi llegada a la península me permitió compartir la propiedad de unas boutiques. Una experiencia imprescindible en mi trabajo. El contacto directo con los clientes, conocer de cerca sus deseos, sus necesidades y sus gustos, ha dado los frutos en una colección con diversidad de propuestas, donde he reflejado esa rica variedad de estilos y de combinaciones.
Hace año y medio el sueño empezó a tomar forma. Ahora es el momento de seguir y perseverar.
De crecer. Y todas esas cosas son posibles gracias a ti. Escríbeme y compartiremos esta experiencia.